Mirando desde mi interior puedo decir que estoy buscando, continuamente buscando… cada mañana procuro encontrar mi mejor versión a nivel personal y profesional, pero a veces cuesta, no es fácil y parece que no sale.
Por eso y para intentar conseguirlo, decidí participar en los encuentros de Vida Marista que nos proponen desde el EAL del Colegio. El sentimiento de estar arropada, de compartir vivencias, de abrir nuestra mente escuchando otros puntos de vista… En ello estamos, llevamos poquitos encuentros, pero con la ilusión de que el grupo crezca, sea más fuerte y vivo, y nosotros con él.
Poder formar parte de éstas actividades me ayuda a integrarme con el resto de compañeros y también con el ritmo del cole. Me hace pararme a pensar, detenerme por un rato a observar la locura de vida que llevamos. Ver a través de los ojos de los más veteranos, también es una suerte. Porque crear lazos de unión y confianza es la misión de todos nosotros.
Sabéis este momento: cuando unas olimpiadas terminan y el país organizador entrega la antorcha encendida al próximo país, que en cuatro años albergará las siguientes, siempre intentando mejorar en cada aspecto… puede que así debamos enfocarlo, nos han dejado un “testigo” con la llama muy viva… y ojalá no se nos apague.
¡Os esperamos en los siguientes encuentros!