La solidaridad es uno de los pilares fundamentales en los colegios maristas y, por supuesto, en nuestro cole tiene un papel importante en nuestro día a día.
Una de las maneras en las que aportamos nuestro granito de arena es en el taller de “manualidades solidarias”. Este taller comenzó hace unos años con la profe Silvia Martínez, que ahora se encuentra realizando un voluntariado en la comunidad La Valla 200 “Mount Druitt” en Australia.
Siguiendo con esta iniciativa, todos los jueves de 16.00 a 17.00 nos juntamos un grupo formado por 6 alumnas (y algunas más que vienen de manera esporádica) para hacer manualidades. En este taller se unen habilidades para construir, fabricar y crear con el espíritu solidario que nos caracteriza. Ayuda a las alumnas que vienen a aprender nuevas destrezas, superar partes difíciles de la manualidad, cooperar unas con otras, ayudarse, explicar y dejar aflorar su creatividad.
Todas las creaciones se destinan al mercadillo solidario que tiene lugar en varios momentos a lo largo del año en el cole, tales como el Día del Bocata solidario o la Semana SED.
Siempre hacemos unas pruebas (¡no nos sale perfecto a la primera!), y después nos ponemos manos a la obra. Mientras hacemos esto, cuando ya tenemos un poco de soltura, hablamos, compartimos cosas que nos han sucedido en nuestro día y tenemos la oportunidad de charlar con compis de otros cursos con las que habitualmente no estamos.
Este año hemos sido unas hachas con las pulseras, tanto de hilo como de gomas y las trenzadas con letras, ¡estas últimas han sido las favoritas de nuestro público!
Hemos hecho unos pompones multicolor que son perfectos para colgar en la mochila y creaciones con Hama beads, esas bolitas de plástico que luego se planchan y forman un dibujo. Los hamabeads han sido los favoritos de las chicas del taller. Requieren mucha paciencia, concentración y pulso ¡no es tan fácil engancharlas en la plantilla!. También requieren mucha paciencia al plancharlos, que no se muevan de su sitio y puedan pegarse bien para crear maravillas tales como caballos, sandías, palomitas o piezas de sushi.
Pero, a pesar de que a veces se nos tuerza un Hama, se nos rompa un hilo o se nos enreden las pulseras, hemos disfrutado mucho de este tiempo compartido en pequeña familia y hemos puesto todo nuestro amor y dedicación a las creaciones.
Muchas gracias a mis chicas del taller de los jueves, por vuestra solidaridad, buen hacer y dedicación a las manualidades.