Hoy, 6 de junio, celebramos la fiesta de San Marcelino Champagnat. Un momento importante para dar gracias por la vida y la misión de nuestro fundador.
La comunidad educativa, celebramos el ser parte de la historia y del sueño de Marcelino, quien se inició como sacerdote atendiendo las necesidades de los jóvenes de La Valla y sus alrededores. En un contexto de postrevolución, fundó el Instituto de los Hermanitos de María, dedicándose a la educación y evangelización de los niños y jóvenes, particularmente de los más necesitados y vulnerables, y sintiendo que «para educar, hay que amar».
El acto se centró en realizar un gesto donde todos participamos. Nos situamos junto a nuestra clase hermanada para reforzar el vínculo y el espíritu de familia. A continuación, por clases, fuimos ofreciendo diferentes letras que formaban las palabras sencillez, humildad y modestia, los valores maristas y las tres violetas, a la vez que íbamos relatando la vida de Marcelino. Fue un momento muy bonito, donde pudimos recordar su historia y celebrar que gracias a su sueño, hoy, podemos estar reunidos.
Hoy somos beneficiarios del carisma Marista, somos testigos de su Espíritu. Sintamos la cercanía de San Marcelino, que sigue vivo en cada uno de nosotros.
¡Feliz fiesta de San Marcelino!