La formación de Nuevos Educadores tuvo lugar en el día de ayer 27 de febrero, en ella nos mostraron ciertos datos y herramientas para afrontar la gestión en el aula, en concreto aspectos referidos a cómo combinar y administrar la convivencia y el aprendizaje en conjunto.
Hubo algo que nos llamó especialmente la atención, las palabras: disciplina positiva. La palabra disciplina suele sonar con matices restrictivos y autoritarios. Sin embargo, es un movimiento dentro del sistema educativo que pretende poner el foco en el refuerzo positivo, tal como promovía el psicólogo Skinner. Destacan tres aspectos fundamentales dentro de esta disciplina positiva: la comunicación abierta, el respeto mutuo y la enseñanza de habilidades de autorregulación.
Con frecuencia el ser humano tiende a enfocarse en lo negativo, quizá sea un vestigio evolutivo desarrollado por un instinto de supervivencia, sea como fuere, es un hecho que el refuerzo positivo interviene activamente en una mejora del proceso enseñanza-aprendizaje así como en la autoestima y autoconcepto de nuestro alumnado.
Posterior a la explicación de estos conceptos, tuvimos la oportunidad, en pequeños grupos de dos a cinco personas, de poner en común nuestro pensamiento al respecto así como intentar encontrar qué aspectos podríamos mejorar o qué nuevas medidas tomar que nos ayuden a regenerar nuestras habilidades como centro y como docentes