El pasado sábado 29 de abril, llegábamos a Huelva con la ilusión de disfrutar de una gran experiencia, una experiencia que sabíamos que ninguno de nosotros íbamos a olvidar nunca.
Desde el momento en el que nos bajamos del coche, todo era un sueño hecho realidad, desde llegar a la habitación con los compañeros, ver a los jugadores de los equipos grandes, la piscina o el buffet, y todo ello acompañado de una gran familia.
Pero lo mejor estaba por llegar, al día siguiente, nos levantamos, fuimos a desayunar, y ya todos y cada uno de nosotros estábamos pensando en el partido de por la parte. Nada más comer, ya se palpaban los nervios de todos, aunque de algunos más: era nuestro debut en un Campeonato de España de clubes.
El partido fue increíble, incluso podríamos decir que el partido que mejor hemos jugado. Lo vivimos con toda la ilusión del mundo posible, ya que estábamos a punto de de obtener nuestra primera victoria en el campeonato. Para celebrar la victoria, nuestro entrenador (y profe del cole), Carlos Castro, nos llevó a la playa, donde pudimos disfrutar de la compañía y el momento, pero sin olvidar que al día siguiente teníamos otro gran partido.
Nos despertamos llenos de ilusión, teníamos un paso más cerca el poder obtener el premio de superar la fase de grupos, y no íbamos a perder la oportunidad; por lo que cuando llegó la hora de jugar, cómo no, estábamos algo nerviosos, pero supimos sacar el partido adelante consiguiendo otra victoria más y no menos importante. Estábamos todos eufóricos sin poder dejar de pensar en el partido contra Obradoiro, nuestra final.
Esa misma noche todos estábamos ya pensando la pequeña posibilidad que teníamos de quedarnos un día más y sabiendo que jugara el compañero que jugara, iba a dejarse todo en el campo por hacer nuestro sueño realidad.
De este modo, volvimos a levantarnos nerviosos, pero en esta ocasión, un poco más. Pero también con la seguridad de dejarnos todo lo que teníamos dentro y que mostrar en el campo. El partido comenzó, y nosotros fuimos capaces de aguantar los dos primeros cuartos, yéndonos al descanso perdiendo, pero no de mucha diferencia, sin embargo, con el inicio de la segunda parte perdimos nuestra oportunidad de seguir luchando y nuestra experiencia en el campeonato terminaba, pero siempre orgullosos.
Tras la derrota contra el Obradoiro, nuestra experiencia llegó a su fin, pero nunca nos olvidaremos de ella.